| Dicen que los disidelincuentes desde que llegaron a España andan de trago en trago |
La CEAR denucia que los alborotadores "tenían continuos conflictos entre ellos, llegando a la agresión física y por una disputa, la distribución de este grupo familiar por habitaciones se reajustó". También se enfrentaron al personal del centro "llegando a proferir amenazas directas e indirectas, agresiones verbales y faltas manifiestas al respeto"
Parte del dinero que recibían (que para si quisieran millones de personas del Estado español que no perciben subvención alguna) se lo gastaban en comprar botellas, suponemos que de ron, que introducían en el centro, contraviniendo las normas, para colmo exhibían armas blancas.
Entre los expulsados figura el ex preso “político” Carlos Martín Gómez. Seguramente mataría el tiempo, entre vaso y vaso, cantando aquello de "dame un traguito ahora cantinerito, que nadie mira".
Tomado del blog de JM Álvarez

















El hábito no hace al monje: un sacerdocio –en el sentido más amplio de la palabra- es mucho más que ropajes alegóricos; incluso puede prescindir de ellos. La entrega abnegada y prolífica a una causa, a un ideal, va más allá de modas. Los valores son eternos, trascienden las circunstancias.




















