miércoles, 29 de junio de 2011

En Cuba hay mango hasta para hacer dulce

Jugo de mango, una bebida saludable para aliviar el calor. A pesar de las escasas lluvias del período previo a la actual cosecha del mango, todavía esta fruta puede considerarse la reina del verano en Cuba, pues a lo largo y ancho del país, ya forma parte de la dieta cotidiana, consumida de disímiles formas.

 Pero quizás pocos conocen las bondades de este alimento tropical, cultivado desde tiempos prehistóricos. Las Sagradas Escrituras en Sánscrito, las leyendas y el folklore hindú -dos mil años antes de nuestra era.-se refieren a él como de origen antiguo.

  El árbol ha sido objeto de gran veneración en la India y los mangos constituyen un alimento muy estimado a través de los tiempos. Aparentemente es originario del Noroeste de la India y el Norte de Burma, en las laderas del Himalaya y posiblemente también de Ceilán.

   Su consumo se reducía al continente asiático, hasta que en el siglo XVIII se introdujo en Brasil, gracias a los exportadores portugueses, y poco a poco se fue expandiendo por el mundo.

   En la actualidad, la India, México, Pakistán y Tailandia son sus mayores productores.

   Las más de 300 variedades de esta fruta son comestibles y empleadas en exóticas recetas, que lo combinan con pollo, pescado, ensaladas o postres, jugos, compotas y mermeladas.

   Por ser rico en nutrientes y vitaminas A y C, los mangos han invadido también el mercado de la cosmética, pues los especialistas aseguran que tiene propiedades antienvejecimiento.

   Se emplea, además, en el tratamiento del cabello por su contenido en ácidos grasos altamente nutritivos e hidratantes. Además, sus semillas se aprovechan como exfoliante. De esta manera, existe una larga lista de productos que incluyen mango en su composición, entre ellos algunos laxantes y diuréticos.

   En Cuba, se encuentran más de 30 mil hectáreas de tierras sembradas de mango, cultivo que constituye el 31 por ciento de los frutales- según la última edición del anuario estadístico-, y cuya última cosecha más alta se produjo en el año 2009, con un acopio superior a las 269 mil toneladas.

 (Por Yudith  López Ramos, AIN)   

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