Entrevista con los médicos que atendieron a Wilman Villar
Una campaña mediática llevan a cabo medios de prensa de EE.UU. y Europa, por el fallecimiento ciudadano Wilman Villar Mendoza, de 32 años, el pasado jueves, en el Hospital Clínico Quirúrgico “Juan Bruno Zayas”, de Santiago de Cuba. Este individuo había sido condenado a cuatro años de prisión por los delitos de Desacato, Atentado y Resistencia a la autoridad, por lo que fue recluido en la cárcel de Aguadores de esta ciudad, el 25 de noviembre del 2011.
Estando en ese centro se le detecta una neumonía con base en el pulmón izquierdo. El galeno le indica tratamiento, pero el recluso se niega a ser medicamentado. El especialista trata de persuadirlo de la necesidad del tratamiento, y Wilmer mantiene su rechazo, por lo que se decide remitirlo al Hospital Provincial “Saturnino Lora”, donde arriba el 13 de enero y es atendido en el cuerpo de guardia.
En este hospital se confirma el diagnóstico de la neumonía en el pulmón izquierdo, y se decide ingresarlo allí, e imponerle tratamiento médico; pero, más tarde, se retira los sueros y se niega a recibir el tratamiento con antibióticos, dando lugar al empeoramiento de su cuadro clínico, por lo que es remitido ese mismo día al Hospital “Juan Bruno Zayas” e internado en el Servicio de Cuidados Intensivos, donde es atendido por especialistas, y se le aplica un tratamiento de primer nivel.
Acerca de este hecho, entrevistamos a los médicos que lo atendieron en ese centro hospitalario.
El Dr. Rolando Riera Santiesteban, Master en Urgencia y Emergencia, Especialista de II Grado de Cuidados Intensivos y durante 8 años jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos nos dijo: “Este paciente llega aquí en un mal estado de salud en general, con antecedentes de ser fumador y un bebedor habitual, con muy bajo nivel de nutrición, debido a años de mala vida, con bajo peso y baja talla, y es atendido por un equipo de primer nivel, con médicos especialistas en la materia de cuidados intensivos, con años de experiencia, como hacemos con todos los pacientes que ingresan al centro.
“El paciente transita por seis días de evolución en nuestra unidad –agrega-, siempre en estado grave, con una sepsis respiratoria muy grave, que lo lleva a un shock, y de ahí se deriva en un daño multiorgánico generalizado y su posterior fallecimiento.
“En este paciente se emplearon medicamentos muy costosos y variados, de acuerdo con la situación que presentaba en cada momento, dado su complexión física y el estado de compromiso que tenía, así como una amplia gama de nutrientes, antibióticos de amplio espectro y algunos hemoderivados. Fue una atención esmerada, de primer nivel, como se hace con todo tipo de paciente”.
Dr. Miguel E. Verdecia Rosés, Dr.en Ciencias, Especialista en Medicina Interna, Especialista en Cuidados Intensivos, Especialista en Geriatría, con 18 años de graduado:
“Desde su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, Wilmer fue atendido por un equipo médico de especialistas, ventilándose de manera artificial; sin embargo, fue cabalgando progresivamente hacia el desenlace fatal, por el grado de desnutrición que tenía y el retardo de atención médica por la negación del paciente a recibirla.
“ A su disposición estuvieron todos los recursos necesarios para tratarlo mediante antimicrobianos, monitorización tanto cardiaca como respiratoria, respiración artificial con equipos muy modernos; nutrición tanto por la vía digestiva como intravenosa, pero lo que padecía el paciente tiene una mortalidad muy alta en cualquier lugar del mundo.
“Se le dio apoyo a la familia, a la que se informaba en cada momento de los partes médicos y no hubo ninguna contradicción entre nosotros”, subrayó el Dr. Verdecia.
Dra. María Caridad Ramírez Arias, Especialista de II Grado en Nutrición y I Grado en Medicina Interna y Terapia Intensiva: “Yo recibo al paciente en un estado crítico, en horas de la mañana, con un distréss respiratorio extremadamente progresivo, un daño pulmonar establecido.
“ A pesar de ser un hombre joven, tenía una edad biológica bien deteriorada, con mucho deterioro físico, por los hábitos tóxicos que tenía, que no ingería los alimentos suficientes, ni a su tiempo. Incluso en la historia clínica que se le hizo al entrar al penal en el mes de noviembre, no tenía el peso adecuado para su edad y para su sexo. Tenía muchos factores de riesgos que ponían en peligro la respuesta al tratamiento y a las infecciones.
“Las células de defensa, por ejemplo, que son los leucocitos, estaban bajos y otras células que combaten contra las infecciones, las tenía también disminuidas. Se le hicieron todos los estudios necesarios, pero su respuesta era muy pobre, porque tenía elementos muy desfavorables desde el inicio”, concluyó.
Las enfermeras que lo atendieron manifiestaron que cumplieron al pie de la letra las indicaciones facultativas.
E lamentable la pérdida de cualquier vida humana, sobre todo cuando es utilizada por innobles intereses, como en este caso.
tomado del blog> http://rafaelcarela.blogspot.com/
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