El terrorismo tiene un significado diferente en los Estados Unidos y en el Medio Oriente igual que la muerte. El asesinato de Bin Laden, se festeja en occidente por ser un hecho de justicia, la muerte de George Bush o Barack Obama, se celebraría en el mundo musulmán por ser justicia también.
Lo que esta ocurriendo en Siria, Libia, Yemen, lo que ocurrió en Túnez, Egipto, Argelia, Bahréin, nos endeña que el mundo musulmán son varias sociedades islámicas a las que EEUU, se niega reconocer y de cuya división se encarga la CIA como el Departamento de Estado. Washington, lleva casi un siglo profundizando esa división desde que se dieron cuenta que los pozos petroleros en el desierto producen mucho mas que los suyos.
Los musulmanes islamistas continúan viviendo su propio proceso de liberación de amenazas reales, pobreza, invasiones, presiones, porque, la independencia alcanzada por esos países siempre fue una pantomima de libertad vigilada. La política exterior norteamericana que reemplazo a la europea no puso en práctica la Constitución de 1787, siempre practico el Código de Hammurabi o la ley del Talión de la Biblia, ojo por ojo y diente por diente es practicada hasta llegar a lo que hoy se conoce como terrorismo y terrorismo de Estado, practicado por EEUU, Europa e Israel con más intensidad.
Bombardean con su fuerza aérea Palestina, Líbano, Libia, y con sus drones Pakistán y Afganistán, asesinan gente inocente e invaden cuando quieren en una constante práctica terrorista llamada justicia, que enardece al islamismo que responde con la Yihad (guerra santa) que tampoco diferencia civiles de militares. Estos dos tipos de terrorismo se fortalecen en la desidia, en la complicidad, en la omisión, en la alineación, de varios países encasilladlos en un mundo global en crisis no solo económico, ético y moral. Degradación capitalista convertida en consejero, amigo y padre, de 7000 millones de personas a punto de ser encasillados en una sola nación controlada por una sola capital, Washington.
En 1998 Bin Laden, después de declarar la guerra santa a los EEUU dijo:” todo musulmán tiene el deber de matar norteamericanos y sus aliados” EEUU lo viene haciendo desde 1947 con el pretexto de controlar al comunismo y lo hace ayudándose de la asimetría para mejorar la guerra sucia que acompaña las campañas militares de la política exterior norteamericana.
Washington tiene un sinnúmero de enemigos públicos, Yaser Arafat, Gadafi, Bin Laden, Ahmadineyad, Chávez, Kim Jong, y los más de un millón de personas en la lita de potenciales terroristas elaborada por el FBI en donde deben constar ciudadanos y ciudadanas de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán, Corea del Norte, por ser considerados naciones hostiles a la seguridad nacional estadounidense.
En EEUU, cada gobierno requiere una nueva dimensión del terrorismo. Washington no puede quedarse sin el terrorismo global porque se quedaría sin uno de sus principales pretextos de este siglo para continuar con su voraz política exterior que, de acuerdo a sus intereses evolucionan simultáneamente los conceptos sobre libertad, democracia, derechos humanos, guerra y paz preventiva, y por supuesto, el concepto estadounidense sobre terrorismo mundial amoldado al huésped de turno de la casa blanca. Terrorismo de Estado, practica de una violencia indiscriminada e irracional contra sectores indefensos de poblaciones ajenos a los motivos que impulsa el imperialismo.
El terrorismo de Estado es una practica antiquísima, constituye uno de los flagelos del mundo siempre acosado por el menú de los imperios, tensiones y conflictos, provocados por la expansión geográfica-económica que siempre ha formado parte de la comunidad internacional aliada a ese imperio. Hoy, son 7 naciones lideradas por EEUU, las que dictan las reglas político-económicas sin precedentes contra el resto del mundo.
La actitud política del G7 practica un sinnúmero de guerras sucias en todos los ámbitos económico, político, social, científico, mediatico, utilizando el terrorismo de Estado como presión dentro de la diplomacia internacional volviéndola difícil, no hay como realizar una tipificación porque no existe una definición precisa, especifica, sobre terrorismo internacional.
En 1994 la Asamblea General de la ONU aprobó la declaración sobre “medidas para eliminar el terrorismo internacional exhortando a la comunidad mundial en el sentido de armonizar esfuerzos por alcanzar el objetivo”. Los instrumentos tienen que ver con manifestaciones específicas del problema, pero, no existe en el marco institucional de la ONU una convención integral que incluya una definición jurídica internacional sobre terrorismo.
Y es que el asunto no es fácil, depende con la perspectiva con la que se mire. Por ejemplo: la resistencia a los alemanes para estos eran terroristas, para los franceses, belgas, eran patriotas civiles que luchaban contra el ejército nazi. Lo mismo pasa con los chechenios, los kurdos, los palestinos, los vascos, o con George Washington y su ejercito que enfrentaron a los ingleses o con los irlandeses y daneses. Ahora, con los iraquíes, afganos, anteriormente con los vietnamitas, camboyanos, resistiendo al ejercito de EEUU.
Existe un artículo en la carta de la ONU el 51, figura de legítima defensa que se ejerce en caso de ataque armado contra un miembro de la organización mundial. En base a este articulo Washington, después del ataque del 11 de septiembre del 2001 en New York, instauro la política de combate universal al terrorismo internacional con prescindencia del respeto a las soberanías nacionales, al amparo de la guerra preventiva.
La ONU y su calamidad existencial por el fracaso de unir a los pueblos es utilizada por EEUU, como una decoración de los derechos humanos al servicio estadounidense y, solo sirve para entregar a este los permisos de invasión. La Organización de Naciones Unidas debe ser reestructurada y ubicada en otro país antes de formular un concepto sobre terrorismo internacional que no sea el que esta en vigencia en estos momentos creado por los norteamericanos
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