Un adolescente británico inventó un nuevo tipo de timbre, que en vez de hacer sonar una campanilla, se conecta con el teléfono móvil del dueño o dueña de casa.
Aunque la idea original de Laurence Rook, el inventor de 13 años, era que su mamá no se quedara sin poder recibir los envíos del supermercado o correspondencia certificada, otros inmediatamente identificaron otra aplicación para el dispositivo: evitar robos.
Si alguien tocara el timbre para ver si la casa está ocupada, el propietario podría responder como si estuviera allí. De hecho el aparato, que se llama Smart Bell ("timbre inteligente", en inglés), simula el típico ruido de estática de los sistemas de comunicación hogareños.
Negocio en ciernes
Rook llegó a un acuerdo una firma británica, Commtel Innovate, que distribuye productos electrónicos.
Richard Drewnicki, presidente de la empresa, le dijo a BBC Mundo que el joven lo localizó a través de un amigo en común.
"El trato todavía se está terminando de cerrar, él recibirá una parte de las ventas", dijo Drewnicki.
Aunque en medios británicos se dijo que Rook recibiría decenas de miles de libras esterlinas por su invento, Drewnicki no quiso revelar los montos acordados.
"El dinero del trato es confidencial", advirtió.
¿Y quién paga las llamadas?
Para comunicarse con los dueños de casa, el Smart Bell necesita tener colocada una tarjeta SIM, como la de los teléfonos celulares.
La tarjeta debe tener algún tipo de fondos y estar asociada a una línea móvil para poder operar, con lo que alguien tendría que hacer cargo de ese costo.
Una posibilidad es que el costo lo asuman los usuarios. Otra, dijo Drewnicki, es que empresas de telefonía celular ofrezcan el servicio como un valor agregado para quien toma un contrato con ellos.
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