Fresco de Dmingo Ravenet, en la Universidad de La Habana
Hay que remontarse a la época 1945, Fulgencio Batista, los gobernantes de turno, a los que no les interesaba para nada el arte y mucho menos el pueblo. Hay algo que llama la atención a la hora de desentrañar estas pinturas, cuando uno ve a Prometeo robando el fuego, en la parte izquierda superior hay una galaxia, está Saturno, las estrellas, las constelaciones, la figura casi se desprende de ese entorno y como yo lo veo, estamos hablando del joven cubano llamado Prometeo que quiere saber, que quiere conocer, y Ravenet lo ubica en ese contexto de la enseñanza, de la pedagogía, de la ignorancia de aquel momento, lamentablemente del analfabetismo de la época, y lo que nos está diciendo Domingo Ravenet es que esto tiene que ser universal, está hablando dela universalización de la enseñanzaen 1945, muchos años antes del proceso benefactor, pleno de ese humanismo magnánimo que fue la Revolución. Es sorprendente como este hombre se adelanta a la idea de la universalización de la enseñanza.Él pareciera decirnos que a pesar de todo, hay que robar el fuego, la sabiduría. Cuando observas entonces el otro mural, el mito se acaba de destruir, es verdad, Prometeo fue castigado a que las aves de rapiña del Olimpo lo desentrañaran por esta osadía. Aquí hay un águila imperial, no es un ave de rapiña cualquiera, y eso lo descubrimos cuando uno empieza a apreciar la morfología iconográfica de lo que está presentando Ravenet en ese mural. Al lado, una mujer lo está amparando, lo está aliviando de esa tortura que recibe Prometeo por querer saber.
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