Cuando supe que Gerardo, Ramón y Tony estaban ya en casa, la foto que me moría por ver era precisamente la del reencuentro de estos 5 GIGANTES, aquí, en la PATRIA.
Gerardo, el que se nos iba a morir en prisión y nunca se quejó, daba las gracias a Raúl y al pueblo en general. !que sencillez y modestia!, después de 16 largos años privados de lo más preciado que pueda tener un ser humano: la libertad
GRACIAS a ustedes, decimos nosotros, el PUEBLO. Gracias por mantenerse vivos, fuertes, invictos, dignos, corajudos y sobre todo por sacrificar los mejores años de su vida por la seguridad y tranquilidad de todos los cubanos.
Ojalá el imperio aprenda de una vez (con embajada en La Habna y todo), que sembrar el terror - por lo menos en esta Isla de Maceos- solo hace crecer HÉROES.
Reconozco que estas otras imagenes me hicieron secarme las lágrimas y soplarme la nariz en más de una ocasión:
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