Por: Aday del Sol Reyes
La Pupila Asombrada, el espacio cultural alternativo de Fidel Díaz Castro e Iroel Sánchez, que reúne a los amantes de la trova y la llamada cultura de la resistencia, tuvo como invitado el pasado viernes al joven cantautor cubano Diego Gutiérrez.
Con dos discos, De cero y Demasiado Diego, el músico cubano nos ofrece desde la trova, una mezcla de otras sonoridades contemporáneas como el pop-rock con una poética cuidadosa y profundamente realista, que en ocasiones sazona con humor.
Lo demuestran los temas Sin mi mitad, Ostras, Migas de pan, Entre los fashes, Felicidad, Quién y Sabor salado, el cinematógrafo, entre otras.
No por gusto el poeta Waldo Leyva escribió por el año 2000: Qué decir de Diego Gutiérrez, ese poeta cuya voz tiene un timbre que recuerda las vibraciones del cristal [...]. Sus versos se alejan de lo fácil y cuando canta al amor no se complace con repetir los lugares comunes, busca, se busca dentro hasta hallar la palabra precisa, la que dice lo que él necesita y lo que la melodía exige.
Los invito a escuchar algunos temas de Diego Gutiérrez, que grabó el equipo de Cubasí que asistió a La Pupila Asombrada, un espacio al que puedes acudir sin un peso en el bolsillo los primeros viernes de cada mes a las 6 y 30 p.m. en el hueco del Instituto de Periodismo José Martí, para GOZAR de lo lindo, pero con la CABEZA PUESTA (esta frase es del Fide, que sin su permiso me la robé).
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