Consumo gusto y sana diversión

Por: Aday del Sol Reyes

No hay mejor pretexto que la XVII Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, que se celebra del 27 al 29 de marzo, en San Antonio de los Baños,  para entrevistar a Arístides Hernández Guerrero (ARES),  uno de los caricaturistas más premiado en estos encuentros y uno de los grandes del arte gráfico cubano y universal.

Como Ares no deja de sorprendernos, decidió no concursar en esta edición de la Bienal,  y en su lugar nos propone la exposición colectiva Consumo gusto, donde reunió a varios pintores y humoristas gráficos a reflexionar sobre el consumismo.

Consumo gusto se inaugura el próximo lunes 28 de marzo, a las seis de la tarde, en la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). En esta muestra colateral, que se extenderá hasta el 22 de abril  participan Eduardo Abela, Carlos René Aguilera, Rubén Alpízar, Ángel Boligán, Javier Guerra, Reynaldo Pagán, Julio César Peña, Joseph Rosado, Reynerio Tamayo, Ramiro Zardoya y el propio Ares, quien también se encarga de la curaduría.

-¿Cómo un psiquiatra se convierte en artista gráfico? ¿Será que para Ares la vida es una caricatura?

Vas a tener que hacerme la pregunta a la inversa, quizás yo mismo tendría que preguntarme ¿Cómo se convierte un artista gráfico en Psiquiatra? Aunque dibujo desde pequeño comencé a publicar mis caricaturas cuando estaba en tercer año de la carrera de Medicina, tenía entonces veinte años. Siendo ya médico, cuando alcancé el título de Especialista de Primer Grado en Psiquiatría ya llevaba unos ocho o nueve años publicando mis dibujos.

Digamos que no me convertí de una cosa en otra, ambas transcurrieron y habitan a la par en mí. Tienen muchos puntos en común: la preocupación por todo lo que tiene que ver con el ser humano, la necesidad de ser un profundo observador de la realidad, el hecho de ser procesos en los que uno devuelve la información recibida de una menar sintética haciendo énfasis en lo esencial.

Me preguntas si para mí la vida es una caricatura y tengo que responderte afirmativamente, pienso en caricaturas, vivo con caricaturas y rodeado de ellas. La vida sí es una caricatura, debe ser por esa razón que me divierte tanto estar vivo.

-¿Podrías complacer a los lectores con un breve recuento desde la primera caricatura que publicaste en los medios hasta la actualidad?

-Es difícil ser breve para referirme a lo hecho en veintiséis años, pero podría resumirlo en algunos rasgos. El primer dibujo de humor en prensa apareció impreso en la revista Opina en el año 1984, mis primeras influencias relevantes me llegaron de la publicación humorística Dedeté. Comencé con un humor más pueril, más apegado a la comicidad y a lo que llamamos gag. Tuve la suerte, o la desgracia, de lograr un sello personal en mi trabajo bastante prematuramente, y mis dibujos se caracterizaban entonces por ser unos personajes regordetes con pocas texturas y cara de bonachones ubicados en situaciones absurdas.

De manera paulatina, mi humor se fue transformando en una sátira ácida en su contenido y más expresionista en su forma; de igual modo, con los años el diapasón de mis creaciones se ha ido ampliando en contenido y en expresiones. Hoy hago humor gráfico, ilustraciones, pintura, textos de historia sobre el humor gráfico cubano... Eso me causa mucho placer, pues no tengo chance para aburrirme y me libera de cualquier monotonía.

-¿Qué disfrutas más: el humorismo gráfico (urgente) que exigen los periódicos o las obras para una exposición determinada, que te permiten tomarte un tiempo para la reflexión?

-Disfruto todo lo que sea crear, me da lo mismo que sea humor de urgencias o de salón. Me gusta el reto de hacer cosas diferentes, de trabajar bajo un tema o contrarreloj. Cada creación tiene su encanto y también su carga de ansiedad, yo solo intento hacer las cosas todo lo mejor que me es posible.

-¿Consideras el humorismo gráfico un arte mayor?

-Voy a repetir algo que muchos han dicho: no hay arte mayor ni arte menor, hay artistas. ¿Es acaso Massaguer un artista menor por haberse dedicado a la caricatura? Aquel que para vender al turista pinta almendrones con óleo en grandes lienzos, ¿es un artista mayor solo por el hecho de utilizar tales formatos y materiales?

En todas las expresiones artísticas hallo cosas geniales y realizaciones mediocres, eso no depende de la manifestación en sí, sino del creador, yo soy un convencido de que la caricatura no es arte menor en lo absoluto.

-La exposición colectiva que organizaste: «Consumo gusto», como una muestra colateral de la XVII Bienal Internacional de Humorismo, ¿es un pretexto para unir a pintores y artistas gráficos?

 -Sí, es ese uno de los pretextos para realizar esta exposición. En primera instancia, me interesaba tratar el tema del consumismo, abordarlo desde la perspectiva de las artes plásticas con una muestra colectiva. Me propuse con esta exhibición, además, atraer a las actividades de la Bienal Internacional del Humor a artistas plásticos que poco o nada tienen que ver habitualmente con este evento y compulsé a algunos caricaturistas a expresar sus ideas en soportes que no son los habituales del humor gráfico. Echándole un vistazo al resultado, te puedo decir que me siento absolutamente satisfecho con lo logrado.

-En esta edición de la Bienal se creó el premio online Tomy. ¿En qué consiste? ¿Qué te aportó Tomy, el artista y amigo?

-El Premio online Tomy es un galardón para dibujos de humor enviados por correo electrónico que aborden el tema del bloqueo estadounidense contra nuestro país. Es una manera de homenajear a este colega, recientemente fallecido, y de abrir en la Bienal un espacio a las nuevas tecnologías, al aceptar por primera vez obras enviadas por esta vía.

Tomy fue colega, maestro y amigo. Fue el primero que aceptó mis dibujos para Dedeté. En mis inicios, tuve influencias de algunos elementos de su estética: la distorsión de las perspectivas; el uso de las texturas. Le he admirado mucho por su pericia con todos los materiales de creación. Los trabajos de Tomy realizados en grabado, aerógrafo y otras técnicas son joyas visuales de la caricatura cubana. Compartimos muchísimos proyectos, viajes y momentos agradables, se nos fue muy temprano el Tomy, le quedaban aún muchas cosas nuevas por hacer, estaba lleno de planes… como siempre.
 
-A lo largo de tu carrera has recibido diversos premios en eventos internacionales. ¿Cuál de ellos por el tema, el nivel de los competidores o el reto que presentó ha sido más importante en tu carrera?

-Me ha causado mucha satisfacción las ocasiones en las que he obtenido el Gran Premio Eduardo Abela en la Bienal Internacional de Humor de San Antonio de los Baños, es el evento de los humoristas gráficos cubanos y alcanzar el máximo galardón en el mismo es muy importante para cualquiera. Otro de los premios que considero importante es el Primer Premio obtenido en la Bienal de Gabrovo, que se realiza en Bulgaria, y de igual modo el Gran Premio de la Bienal de Teherán, en Irán.

-Tus caricaturas y pinturas las podemos disfrutar también por Internet a través del sitio http://www.ares.humour.com y del blog http://arescuba.blogspot.com,  en este último pude leer sobre un plagio a una de tus obras (Imagine), en la que pintas a John Lennon y al Che. ¿En qué terminó?

-El plagio ocurrió en el año 2009, la obra es del 2002. La galería canadiense Yves Laroche ubicada en Montreal estaba vendiendo unas reproducciones de esta obra mía firmadas por un tal «Ariel», un fraude burdo y molesto. Después de mi denuncia por Internet, logré parar esta comercialización y el dueño de la galería prometió una compensación que aún no llega, pero al menos, el detener esto fue en éxito… a medias.

-Has estudiado el humor gráfico cubano, ¿qué le falta?

-Al humor cubano le faltan espacios físicos, de concepto y de aceptación. Abrirle, aún más, sus puertas a los jóvenes valores de talento. Carece también de una crítica especializada que lo aborde, precisa de una mayor libertad creativa, armarse de un abordaje más sincero de la realidad cubana. Y le sobran a muchos de sus hacedores ciertos clichés y auras panfletarias.

-¿Cómo te las arreglas para escribir e ilustrar libros, pintar y colaborar con la TV y cine de animación?

-No puedo estarme quieto, es solo eso. Estoy trabajando en algo y mientras lo hago, en mi mente hay tres, cuatro o cinco nuevas ideas, obras o proyectos gestándose. Igualmente me las arreglo descansando de una expresión artística ejecutando otra: concluyo un lienzo y comienzo a ilustrar un libro; en cuanto lo termino, me siento a realizar humor gráfico y me divierto trabajando.

   
-Eres un artista que opina a través de las imágenes, ¿qué compromiso social te provoca?

-Busco en la realidad estímulos para crear mis imágenes, este proceso lleva implícita la intervención de mi subjetividad, y convierto a partir de aquí mis pensamientos en estímulos para la subjetividad de los otros. Me agrada tener esa suerte, pues me convierte en un interlocutor que puede comunicarse con un número increíble de personas. Mis trabajos son una amplificación de mis ideas, mis convicciones, y es mi manera de contribuir a cambiar un poco el orden (o el desorden) de cosas que hay en este mundo.

Galería: La vida es una caricatura

Sobre la XVII Bienal Internacional de Humorismo Gráfico